
DON DE FLUIR
Es el año 2016, estoy cerca a mi cumpleaños número 24 y en la tele no paran las noticias sobre la victoria de un NO rotundo ante los acuerdos de paz en Colombia. Mis padres y mi hermana me llaman desde Madrid cargados de esa sensación tan amarga que se siente al ver que lo que debería ser, no es. Me quedo un poco ensimismada (o ensimismada?) y pensativa.
Quiero estar en todos los lugares, menos acá, no ahora.
Es febrero de 2017. Seguro en algún libro de psicología estará descrito el tipo de orgullo que se siente cuando no existen razones lógicas para sentirlo. Ese orgullo que tengo al decidir irme a Roma con total incertidumbre de qué haré después, pero con una ilusión que me lanza al aeropuerto como si se soplara una flor de diente de león. 4 meses en Italia, aprendo el idioma más hermoso del mundo, y conozco Vicky, quien hoy es mi mejor amiga, la incertidumbre conserva su encanto, aunque…. ¿cuándo volveré a ver a Vicky?. 2 meses en Rusia, y sigo amando el hecho de disfrutar la vida en libertad, tomar riesgos, aprovechar y disfrutar mi juventud. Tomar decisiones en caliente es divertido y la incertidumbre es parte de mi estilo de vida. Algunos meses en México, un largo y salvaje año en Australia y 3 de los mejores meses de mi vida con Vicky en el sudeste asiático, pero estoy cansada, ya la incertidumbre no me sabe igual, necesito una rutina, un armario, un hogar…y claro, un salario fijo. Extraño ser profesora, quiero una “VIDA NORMAL”, necesito ir a algún lugar donde no necesite visa. Me voy a España. Es el año 2019, llego a Madrid aunque mis padres ya no viven aquí. Encuentro un trabajo, una casa, hago amigos, siento un alivio profundo. .No recuerdo muy bien lo que es la incertidumbre.
Descanso.
Es marzo de 2020, el planeta entero se encierra en sus casas sin saber qué va a pasar, a causa de un virus que ataca a toda la humanidad. INCERTIDUMBRE MUNDIAL, y uno de los grandes focos del virus: Madrid. ¿Qué va a pasar en un mes? ¿Qué va a pasar cuando todo termine? La economía global, la pobreza, la salud, el medio ambiente, las relaciones, la educación, la vida. ¿QUE CARAJOS VA A PASAR? “Luisa, tú ya estas acostumbrada a eso”, me dice un amiga. ¿A qué estoy acostumbrada? Le pregunto y me pregunto.
Esta crisis me ha enseñado que los seres humanos nos encontramos en una leve ilusión de control permanente y nos pasamos la vida imaginando panoramas, que al ser inventados por nosotros parecen estar controlados a nuestro gusto. Tal vez nuestra vida siempre ha sido eso, cuestión de controlar, o escapar. Solo que en este caso no podemos como humanidad irnos a un país imaginario donde no nos piden visa para volver a tener una “VIDA NORMAL”, o irnos de un país , para vivir otra realidad en otro continente, como cuando me fui de Colombia, o escaparnos del planeta tierra para salvarnos del virus.
Me ha enseñado que no es la imaginación lo más valioso que perdemos de la infancia, sino esa increíble habilidad de sumergirnos, vivir y aceptar el presente como cuando un niño juega sin pensar en el futuro, en lo debería ser, o en lo que podría haber sido. Los seres humanos, en vez de imaginarnos que todo esta bajo nuestro control como método de supervivencia que tanto daño le ha hecho al mundo, debemos mas bien, soltar la necesidad de tener el control y mejor alimentar tanto nuestro don de aceptar como nuestro don de fluir, como lo hace la naturaleza.
Esta crisis me ha enseñado que irse de un lugar como en mi caso Colombia, y en nuestro caso, el Coronavirus, no cambia la realidad que nos determina. Que las crisis SON, independientemente de lo que queramos que sean, y que debemos aceptarlo, y convivir con ese presente trabajando para superarlo, pero olvidando la idea de controlarlo, tendencia natural y autodestructiva del ser humano.
Eso sí, también me ha mostrado, tristemente, que las víctimas en Colombia no tienen tregua ni siquiera en tiempos de cuarentena, y que la guerra a la que quise darle la espalda en 2016 aún no cesa.
“Porque bailas, como quien respira,
con un antiguo don de fluir…
Bailas, y parece tan fácil
como dejar el corazón latir…”
Jorge Drexler
Escrito por Luisa María Rodríguez
Pedagoga infantil
Reside en España
LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/luisa-rodriguez-moreno-1596a899
Hermosa mujer de alma libre y Bellas palabra. Muero por conocerte más.