Son este tipo de situaciones a las que le llamo PRIMERAS VECES; por supuesto que tendremos familiares, amigos e incluso conocidos que nos ayuden a superar este tipo de primeras veces. En mi caso, mis familiares y amigos me han ayudado mucho, ya que me muestran valentía, honor, compasión y lo más valioso el apoyo en estas situaciones. Creo que cuando alguien o en este caso mamá se va, queremos encerrarnos, no queremos que nadie haga ese tipo de cosas como apoyarnos o darnos palabras de aliento porque sabemos que no hay persona que lo haga mejor que Mamá. Sin embargo, con el tiempo nos damos cuenta de que las demás personas tienen el derecho a decidir si te quieren acompañar en ese proceso o no. Y su decisión es totalmente respetable. No es fácil, al principio porque quieren que estés bien, intentan animarte al máximo para que esa tristeza no exista más, pero… hay que recordar que también los seres que ya se fueron también merecen ser llorados en un punto, y ese punto lo decides tú; tú decides hasta qué momento merecen ser llorados, y el tiempo que te tomes estará bien. Te lo prometo.

Alguna vez, escuché en la película Interstellar “El amor es lo único que somos capaces de percibir que trasciende las dimensiones del tiempo y del espacio.” Y lo entendí tal cual, trasciende las dimensiones del tiempo y del espacio…  ¿Cómo es que algo que no podemos tocar ni ver, pueda transcender en tiempo y espacio? Es increíble y emocionante, porque nos lleva de cierta forma a entender que siempre vamos a estar conectados con las personas que ya se fueron mediante los recuerdos, enseñanzas y legado que dejaron en este plano terrenal.